Aquellos años felices, de barro y adoquines...

Quizás parezcan palabras pronunciadas por Kevin Arnold (si, si. el protagonista de Aquellos años maravillosos, con la voz en off de Mc Gyver), y es que la idea es la misma, recordar aquellos años felices, que tantos nos marcaron...

Pasaron muchos años de aquella niñez, sin embargo, los recuerdos los llevamos tatuados en nuestra memoria; los olores caseros impregnados, los sonidos monótonos del Atari, creernos que eramos los heróicos protagonistas de los Goonies, las meriendas acompañadas por el Sr. Televisor y una Flavia menos glamorosa, volver del colegio y mirar con cierto asombro Las Manos Mágicas, irnos a dormir con el Topo Gigio, coleccionar los muñequitos del chocolatin de Jack sin pensar en la remota idea que hoy habria un muñeco llamado Fort y que algo tendria que ver con Jack.

Las ténues luces de las eternas siestas en otoño y, en verano, la música que componían las chicharras insolentes y el ventilador de chapa; las primeras desilusiones y sorpresas, las aventuras en bici por el barrio, las frutillas hechas en nuestras rodillas gracias a los precarios patines, la ilusión de que un día aparezca alguien y nos regale un Gremlins, ser casi un erudito por haber completado, al menos, 3 colores del Cubo Mágico, las lágrimas desconsoladas después de haber visto a Trapito, el chillido arrollador de la hamaca. Los juegos eternos en pandilla en la calle, donde no conociamos de miedo y mucho menos de la existencia de algún noticiero.

... Cosa de Mandinga tiene como objetivo revivir cada recuerdo de nuestra infancia y llevarselo a quienes hoy son protagonistas de este universo mágico, los más chiquitos...